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¡AYUDA, MI HIJO(A) NO GATEA… ¿QUÉ HAGO?!

Tengo un niño de 11 meses y desde hace 3 semanas comenzó a gatear: ¡Al Fin!, exclamamos todos. Ya habíamos perdido la fe que lo hiciera y se perdiera este paso de gran importancia para su desarrollo. Mi suegra, unas tías e incluso amigas de mi edad me decían: ¡Para qué te preocupas, si mi hijo no gateó…Se paró y comenzó a caminar altiro y lo más bien que está!, ¡No importa que gatee, que camine es mucho mejor! Mientras escuchaba esto, Yo sólo pensaba: ¡Qué poco se sabe de lo importante que es el gateo en el desarrollo de un niño(a)! Así que decidí escribir y comentarles a todas las Mamás que SI es importante que tu hijo gatee y que NO es lo mejor del mundo que comience a caminar de inmediato. Aquí les digo por qué: ¿Cuándo? Se sabe que entre los ocho y los once meses un bebé puede empezar a gatear, aunque es bueno recordar que cada niño se desarrolla a un ritmo propio: hay que estar siempre estimulándolo, pero nunca obligarle. Equilibrio y Tonificación Muscular: El Gateo mueve una serie de músculos del bebé y propicia que éstos se tonifiquen bien, ayuda a una mejor postura y además, a un correcto equilibrio corporal antes de la etapa definitiva: CAMINAR. Relación con la Escritura: Estimula el tacto de la palma de la mano, lo cual beneficia a su vez la motricidad fina que en un futuro se traducirá en un buen control del trazo de la escritura. Disminuye el Estrabismo: Permite el correcto enfoque de los ojos, ya que al mirar al suelo para colocar la mano o la rodilla, el niño debe enfocar los dos ojos en un mismo punto. Éste es un estupendo ejercicio muscular para los ojos y es tal su importancia que, según estudios de oftalmólogos, el 98% de los niños con estrabismo no gatearon lo suficiente de pequeños. Beneficios Psico- Emocionales: Es por medio del gateo que los niños logran desarrollar mejor su capacidad de comunicación al explorar e interactuar con su mundo, también promueve una mayor confianza en sí mismos, haciéndolos sentirse competentes física y emocionalmente cuando usan su cuerpo para comunicarse y resolver problemas (Jacobson, 2004). A nivel emocional, el gateo es un escalón súper importante hacia la independencia, ya que ahora el bebé no necesita ser transportado, sino que ya se vale por sí mismo para llegar donde quiera, incluso para encontrar a sus papás o algún objeto que se le pierde de vista… todo esto, le ayuda a fortalecer su autoestima e independencia. ¿Cómo incentivar a que mi hijo(a) gatee? Acá les dejo un par de tips: -Lo primero: antes de incentivarlo a gatear, tu Bebé debe haber aprendido a sentarse solito, sin apoyo alguno y mantener su cabeza erguida… Verás con gran asombro que los niños aprenden gradual y naturalmente de pasar a estar sentado, luego a apoyar sus bracitos con sus piernas a los lados y de ahí a la posición de gateo. -Una vez que se sienta solito, podemos dejar juguetes a sus lados para incentivar poner sus bracitos y piernas y tratar de alcanzarlos. Idealmente que los juguetes tengan colores y sonidos especiales. Acá lo mejor es que pase harto tiempo en el suelo! -Jugar arrodillado: Es un tremendo ejercicio que ejercita los abdominales, además de un completo ejercicio de glúteos, cuádriceps. -Puedes poner algunas pequeñas barreras (cojines, almohadas frazadas en forma de tubo), para que el bebé las vaya superando. Todo esto ayuda a estimular su seguridad y agilidad, herramientas que le permitirán llegar a gatear y, posteriormente, a caminar. -Es importante que no te preocupes si tu bebé no gatea de manera convencional en esta etapa, ya que algunos desarrollan sus propias formas, por ejemplo: avanzar sentadito, o de guatita hacia atrás, en posición “comando”… Todo es válido y normal. Y para finalizar, debes recordar que cada niño desarrolla sus habilidades en tiempos diferentes. Si tienes consultas y quieres conocer más tips del gateo o ponerlos en práctica de invitamos a nuestro taller PEQUEÑOS EXPLORADORES, donde tenemos entretenidas y estimulantes experiencias pensadas para ti y tu hijo(a)!